El miedo a la 'sobrepoblación' mantiene en el congelador a una docena de operadoras 'nasciturus' y le estrecha el oxígeno de los ingresos por clientes a la veintena de las Operadoras Móviles Virtuales que ya hace más de dos años que han visto la luz. Sus líneas rojas están marcadas: la portabilidad, la suma de clientes a golpe de 'chutners' y el 2,2% del mercado que no lleva el sello de Yoigo tienen los apellidos contados, tanto que sólo entre cinco operadoras móviles virtuales se reparten el 86% de las 1.150.000 líneas activas. Euskaltel (con 235.000 clientes) Lebara Móvil (200.000 líneas activas) E-Plus (con unas 200.000 tarjetas SIM, el 70% de ellas de Simyo) Happy Móvil (con 160.000 personas) y MáSmovil (con 100. 000 tarjetas) las que, según un estudio de Actualidad Económica, devoran por sí solas un 86% del mercado de las Operadoras Virtuales.
Pepephone apunta al sol del ahorro
Una tarta que sólo deja otras 255.000 líneas para el resto, sobre todo
Pepephone, Carrefour Móvil, Diamovil, Eroski Móvil y Hits Mobile. Buscan sacar provecho al desarrollo de la competencia efectiva en un mercado ya saturado en el que ya hay dadas de alta 49 millones de líneas en España y tratan de quitarle el pescado a las tres grandes con el cebo de los precios y con la caña de las redes ajenas, las de las propias operadoras históricas.
La guerra de precios, el techo de las cuatro operadoras que son sus proveedores y la orfandad de redes les echan en brazos de nuevos tratamientos de choque para llegar más allá de las migajas. Por eso, las OMV han comenzado a buscar 'vacunas', con tal de conjurar la maldición de Doppelhammer, el consejero delegado de Simyo, que vaticina que alguna desaparecerá.
Las OMV apuntan al sol para arañar el cielo de las operadoras convencionales, pero sus piruetas, como en las demás OMV, chocan entre sí y con el suelo del mercado celular y del Internet para llevar, de espaldas al efecto iPhone y a años luz de los cielos del adsl en movilidad y el 3G.
Fuente.
CapitalNews